La relación de cooperación entre Suiza y Estados Unidos para evitar la evasión fiscal sigue reforzándose: 75 bancos suizos se han comprometido a levantar el secreto de sus clientes norteamericanos, así como a pagar 1.000 millones de dólares tras acogerse al plan de lucha contra la evasión de impuestos que el Gobierno americano puso en marcha en el año 2013.
Desde Washington se instauró un programa para controlar las fortunas que huían hacia Suiza para evitar el pago de impuestos, intentando evitar la persecución penal de los bancos a cambio de la imposición de una multa. Esta iniciativa obliga a 75 bancos suizos a dar a conocer de forma íntegra sus actividades transnacionales y a compartir información detallada sobre las cuentas de clientes estadounidenses que tengan un interés directo o indirecto.
El Ejecutivo estadounidense ha iniciado de este modo una nueva etapa en su labor por combatir el fraude fiscal en el exterior, marcado por el caso UBS que en 2009 fue obligado a pagar 780 millones de euros por ayudar a ciudadanos americanos a evadir impuestos. El Gobierno estadounidense, la Reserva Federal y la Agencia de Recaudación de Impuestos (IRS) recibirán las compensaciones millonarias gracias al pago de multas.